Planificar es parte de la respuesta

Naturalmente todos pensamos que luego de una vida laboral activa llegara el momento de gozar de un tiempo de jubilo, como creeríamos seria la etapa de retiro.-

Lamentablemente estamos siendo testigos del crecimiento de la incertidumbre que se apodera de nosotros a medida que se acerca la edad jubilatoria (no solo a nivel nacional, sino también como problemática mundial).-

El crecimiento demográfico de los mayores de 65 años debido a la extensión de la expectativa de vida, los cambios económicos, un aumento de la informalidad laboral, el desempleo que se traduce en asistencialismo y exclusión social, un sistema previsional poco sustentable y en constante cambio, generan un panorama poco alentador.

Como si todo esto fuera poco, la pandemia (con consecuencias aun inciertas) dio lugar a la aceleración de los cambios en la forma de trabajo y nos obliga a cuestionarnos entre otras cosas, con que fondos contaran las Cajas para hacer frente a las jubilaciones futuras.-

Lejos de buscar el desaliento, lo mencionado apunta a motivar el análisis y la generación de nuevas ideas que aseguren un horizonte propicio para quienes se jubilen en los próximos 5, 10 o 20 años.

Los mercados, como refugio de nuestros aportes, no nos brindan la certeza de rendimiento financiero en el tiempo para asegurarnos una estabilidad económica.-

Debemos observar si las Criptomonedas, los procesos asociativos como SeSocio (por citar algunos ejemplos actuales) o la generación de emprendimientos regionales con participación accionaria de los ciudadanos, servirán como herramientas de ahorro que permita complementar una jubilación básica del estado.

Tendremos que estar atentos y abiertos a los cambios para poder responder a la inquietud planteada inicialmente.-

Por lo pronto, pensemos en planificar con tiempo que queremos para nuestra etapa de retiro, de esta manera no nos veremos sorprendidos por los permanentes cambios que se avecinan.